Vivimos en una época de rápidos cambios y transformaciones, donde a nivel social e individual se enfrentan desafíos que van más allá de lo meramente económico o político. Una de las cuestiones más apremiantes de nuestro tiempo es lo que comúnmente se conoce como la "crisis valórica". Pero, ¿qué significa exactamente este término y cómo afecta a nuestra forma de vivir y relacionarnos?
Los valores de una sociedad son los principios, creencias y normas que guían el comportamiento y las interacciones de sus miembros. Estos valores reflejan lo que la sociedad considera importante, deseable o digno de respeto, y sirven como un marco de referencia para tomar decisiones y evaluar acciones individuales y colectivas. Estos valores abarcan conceptos de moralidad y ética ( honestidad, integridad, justicia, equidad, empatía y responsabilidad) que promueven la convivencia armoniosa de una sociedad. Contempla los valores sociales (respeto mutuo, tolerancia, solidaridad, igualdad de oportunidades y diversidad cultural) y se refiere a la forma en que las personas interactúan y aceptan la práctica de estos valores. Considera además los valores familiares entendiendo la familia como parte fundamental de una sociedad (amor, cuidado, apoyo mutuo, lealtad y la protección de los miembros de la familia). Los valores sociales abarcan también los valores espirituales (fe, la compasión, la bondad y el perdón) en aquellas sociedades donde la religión forma parte integral de su desarrollo. Dentro de esta misma evolución social, las personas crean tradiciones, costumbres y formas de expresión cultural que les identifica siendo estos valores el arte, la música, la literatura, la gastronomía y las celebraciones culturales.
Otro aspecto a considerar es el concepto de "relatividad valórica" . Esto se refiere a la idea de que los valores morales y éticos no son absolutos y pueden variar dependiendo del contexto cultural, social, histórico y personal en un territorio determinado. En otras palabras, lo que se considera correcto o moralmente aceptable en una sociedad o situación puede ser percibido de manera diferente en otra.
¿Cuándo nos enfrentamos a una crisis valórica?
La crisis valórica se refiere a un fenómeno social en el que los valores tradicionales, éticos y morales que históricamente han guiado a una sociedad se ven cuestionados, erosionados o reemplazados por otros nuevos. Este cambio puede ser resultado de una serie de factores, incluyendo la globalización, el avance tecnológico, los cambios demográficos y la evolución cultural.
¿Cómo se manifiesta la crisis valórica en la sociedad?
Una de las manifestaciones más evidentes de la crisis valórica es la creciente relativización de los valores. En un mundo cada vez más diverso y plural, las personas tienen acceso a una amplia gama de ideas y perspectivas, lo que puede llevar a una mayor tolerancia hacia puntos de vista divergentes, pero también a una sensación de confusión y falta de claridad sobre qué es lo correcto o lo moralmente aceptable. En palabras más simples, se importan valores de otras culturas, se ponen en práctica , pero desafían los valores sociales del entorno al que llegan. En este fenómeno, la influencia de las redes sociales y los medios de comunicación ha contribuido con la instantánea difusión de modelos de comportamiento y estilos de vida que a menudo promueven valores superficiales como el consumismo, la fama instantánea y la apariencia física sobre valores más sólidos como la ética, la solidaridad y la empatía.
Impacto en la salud mental y emocional
La crisis valórica puede tener un impacto significativo en la salud mental y emocional de las personas. En un entorno donde los valores tradicionales son cuestionados o eclipsados por nuevas perspectivas, las personas pueden sentirse perdidas y confundidas sobre cómo deben vivir sus vidas y tomar decisiones importantes. La falta de claridad sobre lo que es correcto o moralmente aceptable puede generar ansiedad y malestar emocional. A este fenómeno se ven a menudo desafiados los valores familiares con los valores sociales que los integrantes de la familia adoptan y tratan de imponer en su entorno. Ello produce desadaptación, confusión, pérdida de comunicación y muchas veces la pérdida de los lazos familiares.
Por otra parte, la presión social y comparación constante hace que las personas sientan una presión permanente para cumplir ciertos estándares de comportamiento o estilo de vida. Las redes sociales y los medios de comunicación también pueden amplificar esta presión al exponer constantemente a las personas a imágenes y mensajes que promueven ciertos ideales de éxito, belleza o felicidad. Esto puede provocar sentimientos de inferioridad o insuficiencia.
Otro factor detonante de inestabilidad emocional es la perdida de sentido de pertenencia y conexión. Los valores tradicionales suelen servir como puntos de conexión y cohesión en la sociedad, proporcionando un sentido de identidad compartida y pertenencia a un grupo. Cuando estos valores se ven cuestionados o erosionados, las personas pueden sentir una pérdida de conexión con su comunidad y una sensación de aislamiento emocional.
La tranquilidad emocional también se siente amenazada por los conflictos internos y dilemas éticos. La crisis valórica puede generar conflictos internos en las personas cuando se ven obligadas a confrontar y reconciliar sus propias creencias y valores con las expectativas y normas sociales cambiantes. Este proceso puede provocar sentimientos de culpa, angustia moral y conflicto emocional.
¿Cómo lograr tranquilidad en momentos de crisis valórica?
Comienza por reflexionar sobre tus propios valores, creencias y principios. Identifica qué es lo que realmente es importante para ti y qué te brinda tranquilidad y satisfacción en la vida. Esto que parece muy simple decirlo, pero suele ser complejo practicarlo, ya que en el entorno de incertidumbre y conflicto, es difícil dirigir la mente a la reflexión. Si ese es el caso, lo más recomendable es buscar un profesional competente que te ayude a realizar ese levantamiento valórico de manera específica.
Identifica lo que te produce mayor ansiedad. Si es la comparación, intenta hacer un análisis de tu realidad y de encontrar sentido a lo que tienes y haz podido alcanzar. Recuerda que tu vida no es cuestión de suerte, sino de las oportunidades que se presentan y que has tomado para avanzar. Si te afectan las noticias alarmantes y desalentadoras, entonces coloca límite a lo que ves y escuchas. Cuestiona esas noticias investigando más por tu parte. Por ejemplo, si lees “España en llamas”, busca información de la cantidad de territorio español existente y el porcentaje de lo que está ardiendo. Esto ayuda a la mente a centrar el problema y disminuir la sensación de riesgo o peligro.
Otra alternativa es permitirte sentir y experimentar tus emociones sin juzgarte a ti mismo. Reconoce que es natural sentirse preocupado o estresado en tiempos de crisis, y trata de cultivar una actitud de amabilidad y comprensión hacia ti mismo. Para ello, focalízate en lo que te hace bien, a través del cultivo de las emociones positivas, la práctica de algún deporte o caminar, visitar amigos, reunirte con la familia, cocinar saludable, momentos de satisfacción a tu gusto.
Sin embargo, si sientes que aun así no logras encontrar esa paz y tranquilidad que necesitas y estás luchando por tu bienestar emocional, habla con un profesional capacitado, quien podrá proporcionarte herramientas y estrategias adicionales para enfrentar estos desafíos.
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